miércoles, 4 de julio de 2012

Fagocitos

Fagocito, dícese -en este contexto, es decir mi día de ayer en tierras madrileñas- de aquellas personas que te imponen sus argumentos saltando de cita en cita en una Biblia subrayada de colores fluorescente sin más razonamiento que una lectura supuestamente literal de las sagradas escrituras. Pero, a esta gente ¿nadie les ha dicho que la literalidad no existe? Confieso que esa idea me escandalizó y me divirtió a partes iguales debido a mi incredulidad, mi mente solo decía: a la hoguera con ellas, a la hoguera :) Estoy demasiado afectada por Teoría de la literatura... lo sé.


Me asaltaron con una encuesta, y lo que iba a ser en un primer momento un estudio sociológico bidireccional (yo pensaba que estaba ante unas aspirantes a monjas feministas que creían convencerme de la existencia Dios Madre ya habrían ganado una adepta más al cristianismo) terminó siendo un juego largo y grotesco donde yo debía callar (literalmente) ante la evidencia maravillosa de lo que me estaban enseñando, que a grandes rasgos fue:
- Hay tres edades según la Biblia: la edad del padre (Jehová), la edad del Hijo (Jesús) y la edad del Espíritu Santo - y su Esposa-, y ahora estamos en la última época.
- Los habitantes de la tierra somos los ángeles que cayeron con Satán, que no fueron al infierno, sino que nos quedamos en la tierra, en esta tierra de pecadores. Todo esto muy bien entresacado de 2 citas del librito aunque pero se olvidaron inexplicablemente del Génesis y la creación de Adán y Eva. Pero me gustó la idea de los ángeles, que conste.
- Hay un Dios "madre" que en el antiguo testamento lo extraen de un plural mayestático, intenté explicarles lo que significaba pero teníais que ver sus caras de paciencia y mi sonrisa vencida, no se puede hablar con quien no quiere escuchar. Hay referencias de esta "madre" en el Apocalipsis, se refiere a ella como la Jerusalén del cielo.
- En esta época, para nuestra salvación, tenemos que encontrar el nombre del Espíritu Santo y de su Esposa. Ellos ya lo han encontrado - por cierto, son de Corea del Sur los dos, y todo ello refrendado con argumentos muy coherentes-  y están dispuestos a introducirme en Sión, lugar donde me libraré de la muerte cuando se desate la tercera guerra mundial.


No voy a mentir, fue interesante, curioso, gracioso, adorable... nunca había leído tanto la Biblia, y en verdad eran chicas cándidas que consideraban que las estaba escuchando porque dentro de mi sabía que era cierto -ni siquiera quisieron contemplar mi explicación: la posibilidad de que me gusta respetar a la gente y aprender de ella-.


No pretendo ridiculizar sus creencias, de hecho respeto a las personas que me hablaron pero no a unas ideas obtenidas de una forma un tanto... especial y que inutilizan el diálogo, pero no a esta pasión por negar la mente, por estupidizar el espíritu. Creo que muy pocas veces he estado cerca de mentes tan enfermas.
Todo era un absurdo, eran mentes que nunca llegan a tocarse y a/brazos enfermos. Con sus abusos de la literalidad solo llegan a diálogos truncados con el texto y con la vida. Esas almas que buscan la salvación en la repetición y en una tábula rasa bobalicona se niegan la posibilidad de participar de algún modo en la vida. Ni un solo hilo conductor, ni un solo ancla para poder adivinar el cielo.








Dia 5, conversaciones en la calle, Madrid.

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