viernes, 6 de julio de 2012

"El sueño de la razón produce monstruos" (Piranesi y Escher).






MURALLAS
Sin consideración, sin piedad, sin recato 
grandes y altas murallas en torno mío construyeron. 

Y ahora estoy aquí y me desespero. 
Otra cosa no pienso: mi espíritu devora este destino;
 
porque afuera muchas cosas tenía yo que hacer. 
Ah cuando los muros construían cómo no estuve atento. 

Pero nunca escuché ruido ni rumor de constructores. 
Imperceptiblemente fuera del mundo me encerraron.

Kavafis.



Todo lo que se halla más allá de la razón, todo aquello que la trasciende es un mundo desconocido que rechazamos. Es un territorio para el que no existe límites ni convencionalidad -no hay asideros- y solo está habitado de monstruos. Trascender lo perfecto es lo que da lugar a algo que ya no es de este mundo aunque lo contenga en toda su plenitud. Esto es lo que golpea a mi mente cuando miro tanto a Piranesi como a Escher. 




Piranesi, un arquitecto del XVIII que quiere volver a las formas clásicas y le rechazan; eso le llevará a desarrollar sus ideas en grabados (Arquitectura y perspectivas), y llevarlas a sus dos sueños de la razón: Las antigüedades romanas y Cárceles imaginarias




"El templo destruido no es más que el resto de un naufragio en el mar de las formas; él mismo es Naturaleza: sus fustes son lo equivalente a un bosque sagrado; sus llenos y sus vacíos son una melodía al modo dórico; su ruina sigue siendo un precepto, una admonición, un orden de las cosas. La obra de este poeta trágico de la arquitectura va llegando a su fin con este éxtasis de serenidad" Marguerite Yourcenar sobre los grabados de Piranesi.





Además Yourcenar habla de las cárceles imaginarias como algo que responde a una moda pero va más allá. Se sale de ella por su intensidad, lo extraño de sus formas, su violencia; por el efecto de no se sabe qué clase de quemadura negra. Si, como se afirma, las delirantes Carceri nacieron de un ataque de fiebre, el paludismo de la Campiña romana favoreció al genio de Piranesi liberando momentáneamente unos elementos que hubieran podido permanecer controlados hasta el fin, y como subyacentes en su obra.


Hay que ponerse de acuerdo sobre lo que significa la palabra delirio. De suponer auténtica su legendaria malaria de 1742, la fiebre no le abrió a Piranesi las puertas de un mundo de confusión mental, sino las de un reino interior peligrosamente más amplio y complejo del hasta entonces vivido por el joven grabador, aunque compuesto, en suma, de materiales casi idénticos. Aumentó, sobre todo hasta el eretismo y casi hasta la tortura- las percepciones del artista, haciendo posibles, por una parte, el impulso vertiginoso, la embriaguez matemática, y de la otra, la crisis de agorafobia y de claustrofobia aunadas, la angustia del espacio prisionero, de donde salieron, con toda seguridad, las Prisiones. Las prisiones ofrecen una especie de imagen invertida de la grandeza romana y barroca reflejada en la cámara oscura de un cerebro visionario.






Escher, sin embargo, entrelazará fuertemente las matemáticas y la ciencia con los juegos visuales que son sus obras. La forma plana le irrita y se centra en la forma de expresar "el infinito dentro de los límites de la impresión".
En su obra hay tres temas fundamentales:
- La estructura del espacio: incluyendo paisajes, compenetración del mundo, cuerpos matemáticos.
- La estructura de la superficie: metamorfosis, ciclos y aproximación al infinito.
- La proyección del espacio tridimensional en el plano: la representación pictórica tradicional, perspectiva y figuras imposibles.









“La división regular del plano en figuras congruentes que evoquen en el observador una asociación con un objeto natural familiar, es una de esas aficiones que generan pasión. He trabajado en este problema geométrico multitud de veces a lo largo de los años, intentando resolver distintos aspectos cada vez. No puedo imaginar lo que hubiera sido mi vida si no hubiera encontrado nunca este problema; se puede decir que estoy locamente enamorado de él, y sigo sin saber por qué”.







Dos hombres, dos pasiones: las matemáticas y la arquitectura grecolatina; y a ambos les sirvieron para plasmar un mundo propio alejado de la lógica convencional, así vomitaban sus monstruos.







LA CIUDAD
Dijiste: "Iré a otra ciudad, iré a otro mar. 
Otra ciudad ha de hallarse mejor que ésta. 
Todo esfuerzo mío es una condena escrita; 
y está mi corazón - como un cadáver - sepultado. 
Mi espíritu hasta cuándo permanecerá en este marasmo. 
Donde mis ojos vuelva, donde quiera que mire 
oscuras ruinas de mi vida veo aquí, 
donde tantos años pasé y destruí y perdí". 

Nuevas tierras no hallarás, no hallarás otros mares. 
La ciudad te seguirá. Vagarás 
por las mismas calles. Y en los mismos barrios te harás viejo 
y en estas mismas casas encanecerás. 
Siempre llegarás a esta ciudad. Para otro lugar -no esperes- 
no hay barco para ti, no hay camino.
Así como tu vida la arruinaste aquí 
en este rincón pequeño, en toda tierra la destruiste.

Kavafis.





TERMINADO
En medio del temor y las sospechas, 
con espíritu agitado y ojos de pavor, 
nos consumimos y planeamos cómo hacer
para evitar el seguro 
peligro que así terriblemente nos amenaza. 
Y sin embargo estamos equivocados, ése no está en nuestro camino: 
falsos eran los mensajes (o no los escuchamos, o no los entendimos bien). Otra catástrofe, que no la imaginábamos, 
repentina, violenta cae sobre nosotros
y no preparados -de dónde tiempo ya- nos arrebata.

Kavafis.






Escher: http://www.hablandodeciencia.com/articulos/2012/03/27/celebrando-a-escher/
Piranesi: http://bibliotecaignoria.blogspot.com/2012/05/marguerite-yourcenar-el-negro-cerebro.html

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